Pueblos originarios | Preocupación de la comunidad Yagan por hallazgo de restos humanos
- Restos de un cuerpo humano perteneciente al pueblo Yagán fue exhumado por los arqueólogos que trabajaban en el tramo 1 de la obra del Corredor del Beagle.
- La comunidad Yagán no fue informada ni consultada y solo fue puesta en conocimiento del hecho una vez que los restos ingresaron al Museo del Fin del Mundo.
- La ley nacional establece que la comunidad Yagán debería haber sido consultada antes de remover los restos del sitio del hallazgo.
Las costas del Canal Beagle fueron durante miles de años un territorio habitado por el pueblo Yagán. Los habitantes originarios de estas tierras, que fueron desplazados con la llegada del hombre blanco, dejaron un vasto registro de su vida oculto en innumerables yacimientos arqueológicos que resguardan el testimonio de su cultura milenaria. Los yaganes vivían y morían en las costas, y es por ello que no solo se encuentran restos de alimentos, viviendas y herramientas ocultos en el suelo, sino también restos humanos. Cualquier obra o intervención que se realice en toda la costa del Canal Beagle trae consigo el riesgo de impactar yacimientos arqueológicos y es por ello que debe procederse con mucho cuidado, respetando los protocolos y legislaciones vigentes para preservar el patrimonio cultural y el legado de los pueblos ancestrales para las comunidad yagan que actualmente habita el territorio. Es por ello que desde el comienzo de la obra del Corredor del Beagle no han sido pocas la voces que expresaron su preocupación con respecto al resguardo de los yacimientos, inclusive llegando a la presentación de acciones legales, como es el caso del recurso de amparo presentado por la Asociación Manekenk, la Asociación de Profesionales de Turismo y la Asociación Bahía Encerrada.
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| Víctor Vargas de la comunidad Yagán Paiakoala |
Recientemente estas preocupaciones parecen haber encontrado nuevas justificaciones con la noticia del hallazgo, durante el avance de la obra, de restos humanos pertenecientes a un miembro del pueblo Yagán. “Fuimos notificados el 20 de noviembre de este hallazgo en una reunión que tuvimos con el entonces secretario de cultura, Gonzalo Benito Zamora, la directora del museo Silvia Tale y la jefa del departamento de conservación Mariam Pousa” explica Víctor Vargas, integrante de la comunidad Yagan Paiakoala de Ushuaia. “Fuimos notificados verbalmente y al día siguiente por nota como corresponde siguiendo la ley. En esa reunión se nos prometió una charla con arqueólogos que nos iban a explicar a posteriori como fue el hallazgo, donde y todos los detalles relevantes.”
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| Restos óseos de origen animal hallados en inmediaciones de la obra del Corredor del Beagle. Foto gentileza de Víctor Vargas |
Según lo establecido por legislación nacional, previo a la exhumación de un cuerpo perteneciente a un grupo originario, la comunidad local perteneciente ese pueblo debe ser consultada y notificada, sin embargo este no habría sido el caso en relación al cuerpo hallado en la obra del Corredor del Beagle y la comunidad Yagan solo fue notificada de la existencia de los restos una vez que estos ingresaron al Museo del Fin del Mundo, dependiente de la Secretaria de Cultura de la provincia. “El hallazgo lo realizaron los arqueólogos tucumanos que estaban trabajando para el gobierno, que han sido la ultima contratación ya que pasaron muchos por ahí. La forma en que se realizó el rescate, y si fue de acuerdo a lo que establece la ley, no la conocemos porque quedaron en darnos una reunión y eso no sucedió” explica Vargas, quien asegura que no tuvieron contacto con los arqueólogos responsables del rescate para conocer detalles de por que la exhumación había sido efectuada sin el consentimiento de la comunidad Yagan y en que circunstancias había sucedido el hallazgo. “Los arqueólogos ya no esta en la provincia y Zamora ya no es funcionario. Intuiamos de antemano que no iba a haber una notificación formal con respecto a cómo y dónde sucedió el hallazgo. Hay una zona muy sensible que según los informes de arqueólogos amigos es muy propensa a encuentro de enterratorios. Suponemos que en ese sector han encontrado el cuerpo, aunque no lo sabemos con certeza, pero todos los arqueólogos apuntan a ese paraje que pasa por detrás de la estancia remolino” explica Vargas.
La falta de información respecto a este rescate suma otro capítulo a la polémica obra del Corredor del Beagle. Especialmente en lo que respecta a patrimonio arqueológico el gobierno ha mantenido un fuerte hermetismo, llegando a declarar como “secretos” a los informes elaborados por la consultora Terramoena, la cual fuera contratada en su momento para las tareas de rescate arqueológico. La costa del Canal Beagle ha sido muy estudiada durante años por los arqueólogos locales, los cuales dan cuenta de la densidad e importancia de los yacimientos de toda la región. “Los arqueólogos que efectuaron el rescate ya no esta en la provincia y Zamora ya no es funcionario. Ya sabíamos de antemano que no iba a haber una notificación formal con respecto a cómo y dónde sucedió el hallazgo. Hay una zona muy sensible que según los informes de arqueólogo amigos es muy propensa a encuentro de enterratorios. Ellos supuestamente en ese sector han encontrado el cuerpo, aunque no lo sabemos con certeza, pero todos los arqueólogos apuntan a ese paraje que pasa por detrás de la estancia remolino” detalla Vargas.
A falta de explicaciones, la comunidad Paiakoala solicitó al secretario Zamora una reunión para exigir explicaciones. Lamentablemente esto nunca sucedió debido a la reciente renuncia del funcionario de la saliente gestión de Rosana Bertone. “Elevamos una nota al secretario de cultura para que nos de esa reunión, ya que según sus dichos el 30 de noviembre finalizaba el trabajo en lo que respecta al informe de cómo y en qué forma se produjo el rescate, y a partir de allí podríamos tener una reunión. Es por eso que ingresamos la nota en nombre de la comunidad Yagán Paiakoala pidiendo esa reunión pero el lunes pasado Zamora renunció a su cargo, por lo que nunca sucedió la reunión” explica Vargas. En vista de esta situación decidieron dirigirse a la directora del Museo del Fin del Mundo, Silvia Tale. Víctor explica que pidieron a la directora “ver los restos, para conocer en que estado se encuentra el cuerpo. En la notificación que tenemos esta claro que la idea de la directora es cumplir con las leyes y en la misma aclara que somos nosotros lo que debemos decidir que hacer con el cuerpo, lo que sería una directa restitución desde el estado a la comunidad Yagán”.
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| Restos óseos de origen animal hallados en inmediaciones de la obra del Corredor del Beagle. Foto gentileza de Víctor Vargas |
La preocupación de la comunidad Yagán radica en que, debido al hermetismo con respecto al rescate de restos arqueológicos, desconocen si se han producido más hallazgos que no han sido informados. “Los arqueólogos aseguran que en una extensión tan larga, 15 kilómetros aproximadamente entre la tranquera de Almanza hasta Punta Remolino, un solo hallazgo es un porcentaje ínfimo en relación a la densidad que hay en ese sector, así que es muy probable que haya habido mas descubrimientos que no se dieron a conocer” explica Vargas, quien en relación a esta situación cuenta que están “haciendo lo pertinente al caso. Vamos a hacer una presentación legal y hemos sido testigos en la causa de Manekenk aportando pruebas y fotografías donde se aprecia que entre tantas irregularidades ya pasaron por la zona delicada en la que se había recomendado un desvío de ruta que nunca se cumplió”.
Según Vargas la intención de la comunidad Yagan es que “paren con este atropello. Como decimos nosotros, en esa zona levantas una piedra y sacas un cuerpo. Si tenemos en cuenta que se trata de un pueblo nómade que enterraba su gente en el lugar donde moría, y que las costas mas benévolas han sido las transitadas por mi pueblo asiduamente miles de años atrás, podemos esperar que no van a haber 10 o 20 cuerpos, sino miles en toda la costa. La idea es que se respeten las leyes, y no ha sido así en relación a ninguna normativa que tenga que ver con los pueblos indígenas, desde la ley 25517 que es la que establece la consulta previa a los pueblos originarios del lugar, pasando por un ramillete de leyes que no han sido ni siquiera evaluadas por el gobierno”.
Abel Sberna
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