Corredor del Beagle | Un polvorín en Harberton

Obrador construido por la empresa Gancedo en tierras de Harberton

  • La obra del Corredor del Beagle se encuentra muy avanzada en su tramo 2, en tierras de Estancia Harberton, las cuales aún no han sido debidamente expropiadas.
  • Los propietarios de la estancia han elevado una denuncia por usurpación, destrucción de bosque, robo de maderas y áridos.
  • Recientemente los propietarios de Harberton descubrieron un depósito de explosivos oculto en el bosque dentro de su propiedad, de cuya existencia nunca fueron informados por parte de la empresa ni del gobierno.

Durante lo que va de 2019 la controversial obra del Corredor del Beagle no ha cesado de avanzar con desbosques, afectación sobre turberas, apertura de trazas y ensanchamiento de calzadas preexistentes. El criticado proyecto ha movilizado a muchos sectores de la sociedad que ven con preocupación el impacto de la obra, indicando que existen irregularidades que ponen en peligro el patrimonio ambiental y cultural de toda la costa del Canal Beagle. Uno de los sectores donde más se ha avanzado es en el tramo 2, específicamente sobre la ruta J en tierras pertenecientes a la Estancia Harberton.

Trabajos de la empresa en canteras pertenecientes a Harberton

En ese tramo se ha ensanchado considerablemente la ruta existente y se ha instalado un obrador de grandes dimensiones, a pesar de que los propietarios de la estancia sostienen que las tierras no han sido expropiadas y por lo tanto la empresa estaría violando propiedad privada y operando fuera de la ley. Ante la falta de respuesta de las autoridades y en vista de que la obra cada vez avanza más, la familia Goodall, propietaria de Harberton, decidió avanzar con acciones legales. “La denuncia es por los delitos de usurpación de la tierra sin orden judicial previa, por destrucción de partes del bosque, robo de madera y material de las canteras” explica Abby Goodall. Según la propietaria lo más grave de la situación es “la forma que se está ejecutando la obra mediante el delito de usurpación”, y agrega que “como propietarios y como ciudadanos nos preocupan los delitos ambientales de tala indiscriminada del bosque en varias partes, situación irremediable, y el futuro de los humedales y de los yacimientos arqueológicos y paleontológicos, que puede no tener remedio si las obras continúan de esta manera”.



En 2018 la legislatura de Tierra del Fuego aprobó la declaración de utilidad pública y sujetas a expropiación a las tierras necesarias para la construcción del corredor. Según marca la ley, para que una obra pueda comenzar en tierras privadas, luego de la declaración de utilidad pública, estas deben ser expropiadas previamente. En el artículo 17 de la Constitución Nacional y en el 14 de la Constitución Provincial se especifica que “la expropiación por causa de utilidad pública debe ser calificada por ley y previamente indemnizada sobre la base del justo precio del bien”. Sobre la expropiación de las tierras de Harberton Goodall explica que esta nunca se concretó. “Recién después de ratificar la querella penal, y luego de 10 meses de ocupación ilegal, llegó la notificación de la iniciación del juicio de expropiación, dándole la posesión a la empresa Gancedo. Pero esa resolución no está firme, ya que fue apelada” explica la propietaria que, basándose en estos hechos, elevó la denuncia de usurpación.

Detalle de la mensura donde se indica el límite este de la estancia Harberton y evidencian que tanto el obrador como el polvorín se encuentran dentro de tierras privadas.

Otro de los aspectos de la denuncia se refiere al robo de maderas y áridos y se fundamenta en una característica particular de esta estancia que, debido a su antigüedad y a la legislación de los tiempos en que se fundó, es propietaria de los árboles que crecen en sus tierras, por lo que la remoción de estos representaría un robo. En cuanto a las canteras, estas también son propiedad de la estancia y los propietarios denuncian que la empresa está utilizando los áridos sin autorización ni pago alguno.

Presunto polvorín instalado en tierras de Harberton
 
Pero quizá uno de los puntos más preocupantes de la denuncia elevada por la familia Goodall sea el relacionada a la instalación de un supuesto polvorín en tierras de la estancia, el cual fue descubierto de manera fortuita por personal del establecimiento. Según el relato de los propietarios, ellos no tenían conocimiento de la existencia de este depósito de explosivos en sus tierras, el cual representa un potencial peligro para las personas que por allí transiten para desempeñar sus labores. Este depósito, que según la cartelería circundante sería un polvorín, por lo que se puede apreciar no es más que un contenedor metálico cercado.

Presunto polvorín instalado en tierras de Harberton

Debido a la inexistente información por parte de la empresa o las autoridades, es imposible saber si actualmente contiene explosivos, si su traslado se ha realizado con los cuidados necesarios o si el depósito cumple con las normas de seguridad exigidas por la ley.
No solo un destrato, sino que de hecho nos han invadido ilegalmente” manifiesta Goodall al ser consultada sobre el trato recibido por parte del gobierno en relación a esta obra. “El trabajo que vienen realizando está tan mal hecho y ha dejado el camino en tan mal estado, peor que nunca en algunos lugares, que nos ha afectado muy negativamente en la temporada turística que está comenzando. Han hecho emparches en algunos de los peores sectores en estos últimos días, pero la ruta no es la misma que las temporadas pasadas” agrega la propietaria, quien manifiesta su preocupación por el estado actual de la ruta que ya comienza a recibir a los primeros turistas que se trasladan para visitar las instalaciones del centenario establecimiento rural y el Museo de Historia Natural Acatushun fundado por la bióloga Rae Natalie Prosser de Goodall, madre de Abby y distinguida vecina de Ushuaia fallecida en 2015.
Nosotros sabemos que no podemos cuestionar la utilidad pública decretada por el Poder Legislativo y que es ley, pero sí la forma en que se lleva a cabo la obra. En este sentido compartimos la opinión de los expertos como el arqueólogo Ernesto Piana, que dice que el proyecto en sí no es malo, lo que sí es malo es como se lo está ejecutando. Como dice Serrat, juegan con cosas que no tienen repuesto" concluye Goodall.


Abel Sberna

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