Corredor del Beagle | La opinión de profesionales de la actividad turística
- Ana Prado, técnica en Turismo, analiza el proyecto del Corredor del Beagle en relación a la actividad turística.
- La profesional analiza un documento elaborado por un ingeniero naval, un arquitecto y un abogado, a pedido del Gobierno Provincial en el cual se estudia el potencial turístico de la obra.
En los últimos meses, la sociedad de la provincia se ha
enfrentado a dos opciones: “Sí al Corredor del Beagle” o “No al Corredor del
Beagle”. La negativa a la construcción de la ruta tiene que ver, como se dejó
expresado en la Audiencia Pública de diciembre del 2018 y en las diversas
manifestaciones y marchas, con el repudio a la FORMA en que se está llevando a
cabo este proyecto.
Marcha en Ushuaia en repudio a la deforestación en la obra del Corredor del Beagle |
En lo relativo a la actividad turística asociada a la
obra Corredor del Beagle, la Secretaría de Planificación Estratégica Ordenamiento
Territorial y Hábitat contrató en el 2018 a tres profesionales para realizar el
documento “Estudios y Propuestas para el Desarrollo Turístico Sostenible”, con
el objetivo de “contar con información relevante del recorte territorial de la
costa del Canal Beagle, cuyos resultados permitan disponer de los datos para la
toma de decisiones en la ponderación de inversión y desarrollo, con visión
estratégica en el sector turismo” (como se indica en dicho trabajo). Es de importancia
resaltar que el mencionado documento no fue realizado en conjunto con el
personal técnico del área gubernamental a cargo de regular la actividad
turística en la provincia -el Instituto Fueguino de Turismo- aunque sí fue
aprobado por los funcionarios de este organismo. Como se mencionó previamente,
tres profesionales fueron contratados para realizar el proyecto en cuatro
meses, trabajo por el cual la provincia desembolsó una suma total de $420.000
(pesos cuatrocientos veinte mil). El equipo de profesionales estuvo compuesto por
el Ingeniero Naval Raúl Eugenio Podetti (coordinador del proyecto), el abogado
Alejandro Sherriff (analista económico y financiero) y el arquitecto Sergio
Dobrusin (especialista en gestión e inversiones en destinos turísticos).
Teniendo en cuenta que el proyecto estaba directamente relacionado
a la actividad turística, llama la atención que no se haya incluido en el
equipo a ningún profesional de Turismo, considerando que existen en la
provincia más de trescientos profesionales del sector y que las carreras
Licenciatura y Tecnicatura en Turismo se dictan desde hace más de 30 años en la
ciudad de Ushuaia en la universidad pública. La contratación directa de los
profesionales que integraron el equipo se justificó en la Ley provincial 1015,
art. 18, inciso k) “la locación de servicios de personas físicas que resulten
necesarias para una adecuada prestación del servicio propio del área
contratante”. Sin embargo, no se logra
discernir el motivo por el cual la provincia contrató para un estudio en la
costa del Canal Beagle a un profesional que reside en la provincia de Misiones
(el arquitecto Sergio Dobrusin), cuando hay arquitectos con larga residencia en
la provincia que conocen la realidad local.
El mencionado proyecto se encuentra divido en seis
partes:
Producto 1: Un informe sobre datos relevados del estado
actual de la costa Canal Beagle. Producto 2: Informe sobre prácticas globales
de proyectos con similares características del área de estudio. Producto 3: Identificación
de actividades potencialmente compatibles e infraestructura y servicios
necesarios a desarrollar en el Corredor. Producto 4: Sobre tipos de inversión,
empleo directo e indirecto, modelos de gestión, etc. Producto 5. Formulación de
propuestas normativas que favorezcan el desarrollo. Proyecto 6. Propuestas de
Plan de Ejecución.
Deforestación para apertura del traza del Corredor del Beagle |
Si bien la participación de diferentes profesionales para
el estudio atendió, en teoría, a analizar la situación de manera holística, la
ausencia de la mirada del sector turístico se ve reflejada desde el inicio en el
documento final presentado por el equipo de trabajo. En primera instancia, el Producto
1 carece de un marco teórico apropiado respecto al área de influencia del
proyecto, con lo cual su localización es incierta.
No se enuncia justificación alguna para la apertura de la
ruta 30 para emprendimientos turísticos. De hecho, el proyecto atenta contra lo
sostenido en el Plan Estratégico de Turismo Sustentable 2020, documento oficial
de la provincia. Por otra parte, el proyecto se limita a enumerar algunos de los
recursos existentes en el área, sin mencionar características respecto a suelo,
flora, fauna, clima, paisaje, población (nativa y actual) y actividades económicas.
En cuanto a la actividad turística en el sector afectado por la ruta 30, el
proyecto no abarca a la totalidad de los visitantes del área, reduciéndose a
mencionar solo algunas actividades y cantidad de visitantes en Puerto Almanza,
isla Gable, isla Martillo y Estancia Harberton. Tampoco da cuenta del impacto
económico y ambiental de los visitantes ni presenta guarismos asociados a la
generación de empleo. De hecho, el estudio afirma que “La mayoría de los
paquetes turísticos tienen como objetivo la visita a la Estancia Harberton”,
sin que se exponga el número de visitantes al casco de la Estancia. Otras
falencias detectadas en el estudio son la falta de análisis respecto a la
visita de la zona por parte de turistas que se desplazan en autos de alquiler,
motorhomes y motocicletas, como también la ausencia de puesta en valor a una de
las sendas más importantes de Tierra del Fuego, por su connotación histórica y
paisajística: la “Senda de Lucas Bridges”, y de la senda hacia Península Mitre,
que se inicia en Estancia Moat. Resulta alarmante, entonces, que en el apartado
Producto 3 el documento final proponga “hotelería internacional” en la zona de
Baliza Escarpados y alojamientos con 100 habitaciones, cuando la ciudad de
Ushuaia cuenta solo con tres alojamientos de un poco más de 100 habitaciones. Tampoco
se tiene en cuenta a la Encuesta de Ocupación Hotelera en el documento. No se
dan detalles respecto a la capacidad de alojamiento de la ciudad de Ushuaia (ni
en plazas ni en unidades), ni se consideran los porcentajes de ocupación, con
lo cual no existe justificación para propiciar la construcción de nuevos
alojamientos. Se observa un notorio desconocimiento al respecto. Por otro lado,
en sector de Estancia Harberton se propone como actividad turística el “rafting”,
a la que se menciona como parte de la oferta actual cuando, debido a las características
de los ríos del área, tal actividad es impracticable. Con respecto a la
Estancia Remolinos, se la incluye como potencial atractivo turístico,
desconociendo su importancia histórica. Otra de las cuestiones que revelan la
falta de familiaridad con los tecnicismos de la actividad turística es la
mención de “dormis”, que supuestamente funcionan en la actualidad entre Puerto
Almanza y Punta Paraná, como incipiente oferta de alojamiento. En la
legislación provincial vigente no existe tal clase de alojamiento, por lo cual,
si existe esa oferta, existe de manera irregular.
Movilización por el sendero de Estancia Túnel en repudio a la deforestación para la apertura del tramo 1 del Corredor del Beagle |
Con respecto a los datos presentados en el documento, y a
partir de las estadísticas proporcionadas por la Administración de Parques
Nacionales, se estima que alrededor de 389 mil “turistas” visitarían el Parque
Nacional Tierra del Fuego en el año 2023, concluyendo que casi 190 mil turistas
visitarían el Corredor del Beagle ese año, además de la población local,
indicando que un 50% de los visitantes a esa área protegida visitarían también
el Corredor, sin dar cuenta de cómo llegan a esa proyección del 50%. Debe
considerarse a este respecto que las estadísticas de ingreso de visitantes al
Parque Nacional Tierra del Fuego incluyen, como su nombre lo indica, a los
visitantes, esto es, personas que ingresan al parque, de los cuales, los residentes
en Ushuaia (que no son turistas) conforman un número considerable. Por otra
parte, los grandes cruceros que atracan en el Puerto Ushuaia durante la
temporada estival representan un porcentaje importante en las estadísticas del
Parque Nacional, algo que no se tiene en cuenta en el documento, puesto que ése
es el principal atractivo turístico de Ushuaia y, al permanecer solo algunas
horas en la ciudad, es imposible que la mitad de los cruceristas visiten también
el Corredor del Beagle. El documento presenta también una estimación respecto a
la visita del Corredor por parte de la población local, aduciendo que la mitad
de los residentes de Ushuaia visitarían el primer año el área, cifra que sitúan
en aproximadamente 46 mil personas, sin citar de dónde obtienen los datos demográficos.
Obrador instalado en la Estancia Harberton |
De acuerdo con el documento, uno de los objetivos de
comparar los datos de visitantes del PNTDF es porque con la apertura de esta
ruta se intenta descomprimir la visita al Parque Nacional, especialmente en los
días de recalada de grandes cruceros, pero no se consideran en ningún caso a
los visitantes que contratan excursiones hacia el Lago Escondido y el Lago
Fagnano, tanto en modalidad convencional como Off Road. Teniendo en cuenta que
esa excursión, de aproximadamente 8 hs. de duración, y un recorrido de unos 130
km casi en su totalidad en una ruta nacional de asfalto. Tiene lugar en un área
en la que hay equipamiento para proveer servicios a los visitantes solo en algunos
tramos, y que es contratada por la mitad (aproximadamente) de los turistas que
visitan el Parque Nacional Tierra del Fuego, surgen dudas respecto a qué
circuito intentan promover los creadores del documento, cuál sería la duración
total del circuito en una ruta que la mayoría de la calzada será de ripio (Ruta
30 y RP J) sumado a las paradas en los supuestos miradores, sendas y lugares
para almorzar. Por otra parte, ¿la ruta estaría habilitada todo el año? Si en
el invierno se desaconseja el tránsito por la ruta provincial J, ¿qué
planificación existe para el mantenimiento de esa ruta y de la ruta Corredor
del Beagle, si se intenta promover un circuito circular?
Restos arqueológicos sobre la traza del tramo 3 del Corredor del Beagle, al este del Río Moat |
De las numerosas encuestas que se realizaron para la
formulación del proyecto -según indican sus autores- solo se publicaron tres,
de las cuales ninguna fue hecha a miembros de la Asociación de Profesionales en
Turismo ni al personal profesional de la Carrera de Turismo de la Universidad
Nacional de Tierra del Fuego. Paradójicamente, a pesar de que más de 27 mil
personas manifestaron su negativa respecto a la obra Corredor del Beagle (VER)
llama la atención que las entrevistas no revelen el repudio de la población a
la obra. Sin lugar a duda, lo más grave es que el Instituto
Fueguino de Turismo, el ente a cargo de regular y controlar la actividad turística
en la provincia, a pesar de no haber participado activamente en el documento,
lo haya aprobado, contrariamente a todas sus falencias -de las cuales solo se
mencionaron algunas. Tal situación da lugar a muchos interrogantes, comenzando
con ¿cómo este proyecto puede ser usado como justificativo de la apertura del
Corredor del Beagle? ¿qué inversor privado iría a invertir en un proyecto
turístico con tanta falta de información? Realmente, ¿el Corredor se
construiría para promover el desarrollo del turismo, o se esconden detrás del
proyecto otros intereses?.
“No al Corredor del Beagle” es la negativa a un proyecto
que carece de sustento fáctico, que promueve la pérdida irreparable de nuestro
patrimonio arqueológico, geológico, natural y paisajístico, con el discurso de
alentar la llegada de visitantes que vienen buscando, precisamente, lo que el
Corredor está destruyendo.
Ana Prado
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